Una pequeña joya que debería coexistir en todas las estanterías de este
país. El viento en la cara
—penosamente escogido el título, me quedo con el original, Bilqiss— auguro que sorprenderá a más de un lector y apuesto a que
gustará. Una lástima que sea una autora desconocida en España, en caso
contrario, este libro, por su ineludible contenido de denuncia, estaría en las
listas de los más vendidos.
Saphia Azzeddine, nombre algo
difícil de escribir, es una escritora de origen marroquí que reside en Francia.
Nacida en el año 79. Fue en su etapa como pareja de Jamel Debbouze —un
conocidísimo humorista francés al que podemos ver en Amélie o en las películas de Asterix & Obelix— cuando publicó
su primera novela (que, en realidad, había iniciado como guion): Confesiones a Alá, 2008, un éxito en
Francia sobre la mujer oprimida por los hombres que no llegaría a nuestro país
hasta 2011. Seguiría Mi padre es mujer de
la limpieza (2009/2012) y ha escrito varias obras más pero la siguiente en
aterrizar en España, al parecer tras triunfar en su país, es El viento en la cara (2015/2017).
Es una novela bastante corta,
perfecta para darnos una semana de lectura. Da gusto leerla y releerla,
endulzarse con sus frases inteligentes y fascinantes y quedarnos pensando en un
contenido que nos provoca temblores. Es una obra que se acaba y uno sabe que tendrá que volverla a leer
antes o después, porque apetece, porque vale la pena, porque en esta vida
de sinsabores hay pocas cosas que se nos queden grabadas en el paladar.
No nos montemos falsas
expectativas. No es la mejor obra que leeremos en nuestra vida, pero tampoco la
peor, será, más bien, como ese día espontáneo y soleado del que no esperábamos
nada, pero en el que todo salió agradable y perfecto: clima, actividad,
gastronomía y la compañía… El libro no resultará anodino y superficial, como a
veces lo es la vida, sino que nos espera una tragedia enfocada ciegamente hacia
el amor o el desamor. Un mundo de locura y emociones en el que la autora
atacará con un respeto innecesario la
estúpida subyugación de la mujer y relatará cómo pelea por su hueco para
obtener lo más valioso que hay en la existencia: la libertad.
Crítica interesante también hacia
el mundo occidental, a su compasión y falta de actuación, a las guerras que
provoca sin pensar en las consecuencias, a los derechos que exige con vanidad
sin preocuparse de las mujeres que deja atrás. A su materialismo, a convertirlo
todo en dinero, incluso la piedad. En fin, a su inacción y pasividad frente a
las torturas diarias de las mujeres que viven en el mundo islámico radical.
Saphia Azzeddine nos presentará a una protagonista inteligente,
admirable y audaz que no desea ser comprendida, ni defendida. No quiere ser
idealizada, ni mártir, ni ofrecer una historia lacrimógena a los países
occidentales. Lo que desea es escapar, destruir el mundo radical en el que
vive, volar hacia un lugar y vida distintos, repletos de libertad y sin
barreras, donde pueda cantar, correr, reír y llorar y decida si se casa o no, si
se viste o no…
Hay otros dos protagonistas pero…
no quiero seguir desgranando la novela, no quiero revelar datos de la historia…
Os la recomiendo. Disfrutad de su narrativa armoniosa y sencilla y de su
contenido lleno de libertad y derecho a elegir.
Como hubiera expresado
Jean-Jacques Rousseau si hubiera tenido la oportunidad de leer este libro: “La
mujer ha nacido libre y por doquier se encuentra sujeta con cadenas”. ¡Pues
rompámoslas, coño!
Carlos Álvarez
Sinopsis
Bilqiss, una joven viuda
musulmana, se enfrenta a un juicio por haberse atrevido a ocupar el lugar del
muecín a la hora del rezo. Sabe que, más allá de ese crimen, la acusación real es
simplemente la de ser mujer y no querer someterse a unas reglas que los
fundamentalistas aplican en el nombre de Alá.
Pero Bilqiss no está sola. Hasta
el país se ha desplazado una periodista norteamericana, sensibilizada por la
noticia, que hará cuanto esté en su mano para difundir su causa por todo el
mundo. Y el propio juez del caso, alguien que conoce bien a la acusada, se
debate entre la obediencia ciega a la ley y la admiración por una moderna
Scherezade capaz de seducirlo con su discurso rebelde.
Los relatos de estos tres
personajes irán tejiendo un retrato fiel y conmovedor del proceso contra una
heroína dispuesta a luchar hasta el final por su vida y su libertad. Alguien
que alza la voz porque es consciente de que su absolución sería algo más que una
victoria personal. Para ella y para muchas mujeres de su país significaría una
llama de esperanza en estos tiempos oscuros.
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