LA LEYENDA DE LUNANEGRA de CARLOS GONZÁLEZ-LLANOS


¡Buenos días, mis muy queridos lectores! Continuando con mi reto de escribir más en el blog para no dejarlo medio olvidado, aquí os traigo una nueva reseña. Carlos González-Llanos me convenció para que leyera su primera novela publicada, La leyenda de Lunanegra.


Al principio me resistí. Hay varios géneros literarios a los que me cuesta enfrentarme, uno de ellos es la fantasía, otro las novelas infantiles o juveniles, en La leyenda de Lunanegra se juntan las dos. Ya sé que una vez confesé que me encantaban las pelis de dibus. Sí, lo confieso de nuevo. Pero una cosa son las pelis de dibus y otra más bien distinta la literatura infantil y, peor todavía, la juvenil. Ya se me pasó la adolescencia, no me apetece volver.
<<Léelo, Cristina, que te va a gustar>>, me dijo Carlos. A la cuarta vez que me lo pidió, tuve que ceder. Su segundo libro, el de Un viaje desastroso…, me gustó muchíiiisimo.  Pero claro, es uno de mis géneros favoritos, ¿cómo iba a fallar?

RESEÑA
La leyenda de Lunanegra ya empieza mal, para mí. Un grupo de adolescentes haciendo sus adolescentadas en un verano caliente en la ciudad de Mérida (España). Ya me entraron ganas de dejarlo, pero continué. Lo bueno es que pronto empieza la acción, es una de las cosas que me encantan de este autor, no mete paja. La elimina. Si su libro es de cien, doscientas o trescientas, o las que sean, raramente te vas a aburrir. Y eso que reconozco que estuve a punto de dejarlo en las primeras treinta páginas. No porque no hubiera acción, sino porque los adolescentes y un par de personajes venidos de un mundo de fantasía me irritaban mucho. Sin embargo, después de abandonar el libro durante dos días, una tarde lo miré y el libro debió mirarme, porque lo volví a coger. Entonces, proseguí… y me fascinó.
El mundo de cuento que ha creado González-Llanos me empezó a encajar. Para empezar porque los problemas adolescentes quedan en segundo plano y el libro se convierte en una aventura (y las aventuras sí que me encantan).
Paula, una joven tímida que al principio tenía poco protagonismo, va asumiendo en cada capítulo un papel predominante y me gustó. Los dos muchachos, Rafa y Jesús, son tal cual, como dos muchachos cualquiera de la vida real y en eso este autor suele clavarlo, siempre sus personajes son 100% realidad. Me encanta. Sara empezó siendo un personaje clave, me irritaba, pero fue cediendo protagonismo a su amiga Paula, cosa que me facilitó la lectura.
En cuanto al mundo de fantasía, los carceleros ancianos resultan adorables, las brujas odiosas, repugnantes, el Relojero de los Cuentos y su hijo no los trago del todo, pero puedo llegar a aceptar que son necesarios para la obra. Mención especial al elfo negro, ya me lo avisó Carlos. Es un personaje suuuuuuper curioso y especial ¡jajajaja! Y también a la mejor de todas, a Lilith, la reina de los demonios. Cada vez que salía me daban ganas de devorar la lectura.
Por lo demás, hay otros personajes divertidos y curiosos que no voy a revelar. Tengo que dejar algo a la sorpresa, pues sorpresas en el libro hay muchas. A mí me sorprendió mucho toda la trama. Incluso consiguió hacerme llorar. Cosa que no podía creerme.
Destacar que, al igual que en Un viaje desastroso… de Penélope Barroso, del mismo autor, que te hacía volar en la imaginación hasta Alemania, aquí en La leyenda de Lunanegra las descripciones son preciosas y te trasladan a su mundo o a la ciudad de Mérida en un periquete.       
A pesar de que no me gusta ni la fantasía ni los libros juveniles y, por lo tanto, no soy una experta, me encantó, por lo bien narrado que está. Enhorabuena al autor por esta obra. Sigue así, vas a ser muy grande. Recomendado para todos aquellos que les gusten las historias bien narradas, con un lenguaje exquisito y a todos aquellos que les guste el mundo de la fantasía y aventura, sean juveniles o no, porque… ¿Quién no se ha leído algún libro de Harry Potter y ha flipado con su contenido?

 


QUIERO LO MISMO QUE TÚ de NOE CASADO



¡Buenas tardes, mis muy queridos seguidores! El otro día, estaba haciendo la compra (es una de mis labores marujiles) y me revolucioné ante la cantidad de novedades. ¿Cómo es que todavía siguen inventando cosas que se puedan comer? Lo siento, pero es que soy la típica persona que lo hace todo casero en casa, obsesionada por la falta de conservantes y colorantes en mi dieta. Fijaos como soy que hasta me he comprado una panificadora. ¡Estoy como una chota!
Pero no voy a aburriros con mis historias, hemos venido a hablar de libros y el de hoy es “quiero lo mismo que tú” de Noe Casado.



SINOPSIS

Helen está deprimida; sólo quiere encerrarse en casa, atiborrarse de calorías y escuchar música romanticona. Resignada, traza nuevos objetivos, empezando por buscar un empleo en el que el jefe (condición indispensable) no sea atractivo, en el que pueda pasar desapercibida y en el que, además, se valore su esfuerzo. Así que cuando encuentra un puesto hecho a su medida, cree que su vida recuperará, por fin, la normalidad, pero, de nuevo, el universo se alía en su contra y se empeña en estropearlo todo. ¿Qué ocurre cuando por casualidad tropiezas con un ídolo de tu adolescencia y lo achicharras con el café? ¿Qué puedes hacer cuando tienes de vecino al tipo más atractivo y metomentodo del mundo? ¿Por qué nadie entiende tu cambio de look y todos cuestionan tu ropa? ¿Cómo te las apañas para aguantar los caprichos de una rubia famosilla? ¿Quién es capaz de trabajar con el tipo más narcisista del planeta?
Biografía del autor
Nací y vivo en Burgos. Me aficioné a la lectura en cuanto acabé el instituto y dejaron de obligarme a leer. Vivía en mi mundo particular hasta que Internet y diversos foros literarios obraron el milagro de dejarme hablar de lo que me gusta y compartir mis opiniones con los demás. Mi primera novela, Divorcio (El Maquinista), vio la luz en junio de 2011. La segunda, No me mires así (Editora Digital), se editó en formato digital en marzo de 2012; año en el que también he publicado la exitosa Treinta noches con Olivia (Esencia). En el sello digital Zafiro eBooks han aparecido A ciegas y Dime cuándo, cómo y dónde.

OYE MORENA, ¿TÚ QUE MIRAS? de MEGAN MAXWELL




¡Buenos días, lectores! ¿Me habéis echado de menos? Sí, ya lo sé. La semana pasada no escribí una nueva reseña, pero es que de verdad que he estado muy liada y, el tiempo que no he pasado trabajando, he estado durmiendo. ¿Será este tiempo tan extraño? Parezco una marmota todo el día dormitando.
Mi nueva reseña de hoy es nuevamente para una de nuestras grandes escritoras, Megan Maxwell. No os preocupéis, no voy a ser pesada. Será mi última reseña sobre ella en un tiempo. La próxima será de una autora nueva, que está empezando con su nuevo libro. La dinámica va a ser esa, alternar libros de autores conocidos con libros de autores no tan conocidos. Espero que os guste. Ya sabéis que en comentarios podéis decirme vuestras opiniones al respecto sobre el blogg, la reseña y las futuras secciones que os gustarían del mismo.



SINOPSIS

Hola, soy Coral. Siempre fui una romántica empedernida, hasta que el género masculino me rompió el corazón. Después de varios desengaños, os juro que me dije a mí misma que no iba a permitir que nadie más me hiciera daño. ¡Qué bonito es el amor, pero menuda mierdecita es sufrir por él! Hoy por hoy me considero una mujer relativamente feliz. Trabajo como repostera, tengo unas amigas increíbles y una preciosa hija a la que adoro. En cuanto al temita hombres, lo único que pretendo es disfrutar de un sexo divertido con ellos y poco más. Sin embargo, debo confesar que hay uno que hace que se acelere mi atontado corazón cada vez que lo veo. Se llama Andrew y es el jefe de seguridad de las giras musicales de mi amiga Yanira. Andrew es un bomboncito alto, de ojos oscuros, moreno y terriblemente atractivo. Y si a eso le sumas que conduce una moto y que tiene ese puntito canalla en su mirada que me vuelve loca, ¡ni te cuento! Pero Andrew es esquivo en lo que se refiere a las relaciones amorosas, y eso me hace pensar que a él también le partieron el corazón y que por eso nunca repite con la misma mujer. Repetir, repetir, yo no le voy a pedir que lo haga conmigo, pero cuando nuestras miradas se encuentran, una extraña corriente se genera entre nosotros, y eso me inquieta y me hace pensar en si realmente repetiremos algún día. Pues bien, eso sólo lo sabrás si lees: Oye, morena, ¿tú qué miras?